Letras de canciones

En el último post estuve un poco fatalista. Siempre tiendo a ver las cosas más negras de lo que son y al final, no sé como, todo es más fácil de lo que parece. Además mi psiquiatra y mi psicoanalista tienen maneras diferentes de ver las cosas. Él dice que tengo el síndrome de la tourete –enfermedad caracterizada por movimientos y ruidos involuntarios- y mi psicoanalista prueba de dar una explicación más racional a mis tícs. Por ejemplo dice que el del parpadeo constante es porque cierro los ojos a la realidad, o el de mirar el techo porque me hago el embobado como si no me enterara de las cosas. Yo esta explicación la encuentro un poco rara, pero ojalá todo fuera psicológico en vez de Letras de canciones.

De todas formas, siento haber estado tan desanimado en el post anterior. Y es que tengo cambios bruscos en el estado de ánimo. Desde que me medicó no tanto, pero recuerdo antes, cuando aun era menor de edad, que mi estado habitual era depresivo. Pero muy de vez en cuando había un día que estaba eufórico. No tenía término medio. O decaído o muy agitado. Pero en verdad esa euforia no era felicidad, bienestar, alegría sino una especie de excitación que acostumbraba a acabar en aqui.

Yo tenía un canario, que había crecido conmigo. Tal vez el primer recuerdo lúcido de mi vida, es el de cuando volvía con mi padre de un mercado de comprar el pájaro. Cada noche cuando lo tapaba le decía cosas bonitas porque me entristecía pensar que se sentía muy solo. Pues un día de éstos de excitación se me dio por jugar con el canario. Lo saqué de la jaula, empecé a hacer cosas con él. Y lo acabé poniendo bajo el grifo que salieran sólo gotas de agua. Y le quería hacerlas beber y de pronto empezó a hacer como si se ahogara. Le saque de allí, lo tuve en las manos y vi como los ojos se le volvían húmedos y como los cerraba. Asustado lo deje en el palo de la jaula, pero no se sostuvo, cayó abajo, muerto.

Sí, ese pájaro inofensivo, acabo muriendo por mi culpa y mi euforia en mis manos. Me partió el corazón. Yo había tenido como un fuego ardiendo dentro de mí, una inquietud que necesitaba apaciguar sin saber muy bien como y lo acabo pagando el pobre canario. Yo en ningún momento había querido matarlo, pero supongo que pretendía descargar mis energías a través suyo.

Otro día de estos de excitación fue un 23 de abril, que en Catalunya es Sant Jordi, una fiesta que a mi me hace mucha ilusión. Me gusta mirar los libros, leer los argumentos, pasear por las paradas. Y aquel año estaba especialmente ilusionado. Y la ilusión se volvió euforia y tenía esa especie de energía desmesurada a dentro y con la mínima excusa ya me enfrenté a mi padre, y le dije de gordas mostrándome especialmente rebelde, indomable y venenoso, con lo cual mi padre tuvo un principio de infarto.

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[Letras de Canciones]

Pues me alegra que las letras de canciones te ayuden un poco a sobrellevar las cosas